No se puede silenciar el drama sirio

28/Jun/2011

La Nación, Editorial

No se puede silenciar el drama sirio

Editorial II La actitud del gobierno argentino es de franca complicidad con el régimen de Siria y la represión a los opositores en ese país
Martes 28 de junio de 2011
PESE a declamar permanentemente que la defensa de los derechos humanos constituye una prioridad central de nuestro gobierno, incluyendo la política exterior, lo cierto es que nuestras autoridades no reaccionan como deberían ante la tremenda gravedad de los crímenes que está cometiendo el régimen de Bashar al-Assad contra su propio pueblo, en las calles de las ciudades de Siria y ahora también en su campiña.
Con la manifiesta evidencia de manipulación política de los derechos humanos que ha quedado a la vista con el escándalo que ha estallado en el seno de las llamadas Madres de Plaza de Mayo y la forma en que se ha estado manejando, esto no sorprende demasiado.
No obstante, la lamentable complicidad de la posición argentina frente a la gravísima situación siria puede leerse como condescendencia con el régimen que gobierna aquel país. O, peor aún, como muestra adicional de la total irrelevancia en que ha caído la política exterior de nuestro país, que se ha transformado apenas en un instrumento subalterno más al servicio de las necesidades de política interior de la actual administración.
Lo cierto es que la violenta acción represiva contra su propio pueblo puesta en marcha en Siria por el clan Assad -perteneciente a la minoría alauita, que ha sojuzgado al país- es cada vez más brutal y violatoria de las libertades de su pueblo.
Prueba de ello son no sólo las torturas que se practican en sus cárceles, sino además la actual represión de las fuerzas armadas sirias en la zona de la frontera con Turquía.
En distintos rincones de esa frontera hay miles de sirios que, escapando de las atrocidades y la violencia, procuran desesperadamente poder cruzar, con sus familias, al país vecino. Los persiguen, implacablemente, las fuerzas especiales del ejército sirio.
Hay ya 11.000 sirios refugiados en Turquía, lo que agrega una dramática dimensión regional al trágico conflicto interno sirio y ha provocado una serie de fuertes reclamos, en señal de creciente impaciencia, realizados por el primer ministro turco al gobierno sirio, en procura del cese de la represión.
En momentos en que la Unión Europea acaba de extender las sanciones ya dispuestas contra el régimen sirio a varios generales iraníes que colaboran en la represión del pueblo sirio, incluyendo al comandante general de los Guardianes iraníes, Mohammad Ali Jafari, la actitud de nuestra administración resulta no sólo contradictoria, sino también incomprensible. Pone en evidencia que la duplicidad que caracteriza en todos los campos la actuación del gobierno nacional afecta también a nuestra extraviada política exterior.